Soy una persona que con su grado de discapacidad (pequeño) trabaja en un ámbito donde se usa mucho la cabeza. Últimamente las cosas en mi cabeza se están torciendo bastante… me cuesta concentrarme, tengo grandes olvidos, siento que cada vez que quieren hablar conmigo es para echarme la bronca, vamos que tengo la autoestima por debajo del suelo. Además me cuesta empezar una tarea, que al final termino haciendo pero el tiempo que pierdo intentando empezar, hace que se tenga una idea de cierta lentitud por mi parte. Vivo en constante tensión, no por el trabajo sino por cómo me relaciono con el trabajo. Hasta aquí es lo que llamo mi UTILIDAD, limitada pero UTILIDAD.
Dentro de poco tengo psiquiatra y le voy a pedir, como especialista y como persona que ha visto más casos, si es mejor que coja la baja … una baja que me temo que será indefinida (año y medio para que te declaren no apto o algo así). Yo, en mi estado e incluso estando mucho peor, no he sido capaz de pedir la baja. ¿Qué ha pasado? Qué al final me han despedido.
Mi miedo es convertirme en un «inútil» (como he explicado aquí no es algo peyorativo sino algo que se contrapone a la «utilidad»). Y ahora ¿qué hago? Me dedico a ver «los lunes al sol». Por mi forma de ser, estar sin hacer nada es como estar muerto … por eso que la procrastinación que me persigue, me hace sufrir.
No sé si os encontráis en la misma situación, si ya la habéis vivido y superado, si debo seguir trabajando hasta que me vuelvan a despedir.
¿Es mejor ser útil o por el contrario aceptar que uno es un inútil?
Comentarios:
Yo te respondería que la vida de hoy día es penosa y no sólo a nivel individual, hemos entrado en un vórtice de producción y toda nuestra vida parece que gira en torno al «trabajo para poder sobrevivir» y ¿por qué sobrevivir cuando podríamos vivir y experimentar? Todo requiere un esfuerzo, pero creo que el esfuerzo que más vale la pena es el del merecido descanso para reflexionar y aquietar nuestras vidas y emociones.
Yo creo que lo mejor es trabajar y, si no puedes realizar tú trabajo, pedir la baja. Al menos puedes seguir cobrando mientras estás enfermo, aparte de que esa baja justificada es un derecho que tienes como trabajador, si te despiden por no poder hacer tú trabajo, el que pierdes eres tú y se lo pondrías en bandeja a la empresa que te contrata.
Mucha gente le pasa algo parecido con la jubilación. Hay que aprender de los que ya han pasado por eso y parece que la clave es apuntarse a actividades, asociaciones, hobbies, ayudar… Ya depende de lo que te apetezca, pero algo hay que hacer.
Ninguna persona que sufre problemas de salud mental es «inutil» sino que su sistema nervioso le obliga a parar porque son demasiadas la amenenazas y la prioridad es sobrevivir. En este mundo al revés parar está mal visto, hay que ser fuerte, aguantar, etc. El cuerpo es sabio y si no le hacemos caso lo acabamos pagando. La tolerancia al estrés varía muchísimo de unas personas a otras, nosotros jugamos en desventaja y a ello hay que sumar las circunstancias adversas en un mundo deshumanizado. Yo todavía sigo luchando para ser capaz de tolerar un trabajo pero ahora soy más consciente de mis limitaciones, mis disparadores y lo que tengo que hacer para autocuidarme y protegerme.
Si el psiquiatra te da una baja, no es para que no hagas nada. Al contrario, la baja tiene que ser para que trabajes en un proyecto muy importante y es que te recuperes, que vuelvas a ser el de antes, en la medida de lo posible. No hay una respuesta general que valga para todos, pero tu psiquiatra o psicólogo podrían ayudarte. Y por tu parte, plantea una estrategia que te sea útil, que puedas ir dando pequeños pasos que te lleven adonde quieres llegar. Por ejemplo, esforzarte en estudiar algo que te gusta, solo por el placer de aprender y mejorar tu capacidad de concentración y tu memoria.
Puedes añadir tu opinión más abajo en la sección de comentarios.