No sé que edad tengas ni exactamente qué te ha pasado, pero se que no estás sola y no necesariamente porque tengas justo a alguien al lado para abrazar, por que yo muchas veces tampoco tengo a nadie, pero si porque tu historia, la compartimos muchas.
Hace un tiempo vivi en un paraiso lleno de música, pinceles, danza y creatividad. Era un sueño porque además de descubrir mi pasión por el arte también tenía personas a quien “admirar” pero cuando estamos pequeños,no sabemos exactamente a quien dirigir nuestra atención o se nos hace fascinante cualquier cosa por que la vemos por primera vez, incluyendo cualidades o destrezas en las personas.
Completamente sumergida en este mundo, empecé a llamarle la atención a un personaje, mucho mayor que yo, con muchas cualidades, sí. con muchos detalles hacia mi, también. con las palabras perfectas para hacerme sentir bien… un personaje “ideal” para mi. Me sentia tan admirada por sus habilidades y al mismo tiempo tan sola, sin amigos y un tanto incomprendida.
Durante AÑOS, él pasó trabajando en mi mente, diciendo que yo era quien era en el arte porque él me ayudaba o tenía los contactos. Recalcándome que estaba sola, que ni siquiera mis padres me apoyarian más que él. Haciéndome sentir con mucha dependencia hacia su persona, que si me alejaba de él ya no valdría nada. Pero todo esto estaba disfrazado en ayudarme en las tareas del colegio, en darme detalles, golosinas y dibujos. Cartas diciéndome lo que alguien con poca autoestima necesita oír, es que era un príncipe. Un príncipe que lavaba mi cabeza para hacerme sentir nadie sin él y lo peor, hacerme creer que le debía todo lo que había logrado, que tenía una deuda con él por ser “bueno” conmigo.
La vida fue evolucionando y su «amor» hacia mi tambien. Ya no era suficientes las palabras ahora mi cuerpo tambien estaba en juego para pagar cada detalle, cada cosa única y especial que él tenía conmigo. Que dificil cuando entras en una burbuja, o mas bien cuando te van construyendo un mundo inexistente desde pequeña. Donde todo giraba en un «nosotros» un nosotros, sin mutuo acuerdo. Un nosotros construido por él. Una historia de amor incomprendida entre una niña de 15 años y un hombre de 30. Entre una niña, recalco, manipulada psicologicamente desde los 13, y un hombre ególatra y omnipotente.
Pero claro, esta historia callada por ambos. Por miedo de ser regañada y tener la culpa por parte de la niña y por parte del hombre, pues, tambien por miedo, pero por miedo de que se supiera lo que ilegalmente estaba cometiendo.
Deconstruir esos muros levantados con ladrillos pesados llenos de cosas asquerosas y repulsivas envueltos en besos, caricias y toques no deseados hacia mi. Fue muy difícil. Porque que desde fuera que alguien te diga que la pared es roja con una gran señal de peligro, tú por dentro la vez normal, como si es lo que te tocó vivir o como que si todo eso tiene que ser aceptado.
Que dificil, porque tu familia es quien más te quiere y quien mas te protege y quien te desea lo mejor pero también suelen ser a quienes menos escuchamos. Y en esta historia todo el muro se deshizo hasta que un psicologo dijo que no era algo normal. Que no era una amistad normal. Que estaban abusando de mi. De mi mente. De mi cuerpo. De mi vida… ahhh terminaron con mi principe. Ya no es mas un principe, talvez un principe de la oscuridad, un principe oscuro.
Pero ¿sabes qué?, tu que compartes una historia similar a la mia: sí se puede. Se puede deconstruir todos esos pensamientos que nos derrumban. Volver a formar muros con escaleras para crecer. Sí se puede. Se puede aprender de lo que nos pasó. O nos esta pasando, no sé. Hablar, contar las cosas a personas cercanas que no están disfrazadas.
Comentarios:
Quien te ama te da libertad. Quien te quiere te posee.
Lo siento por haber tenido la desagradable experiencia de encontrarte con una persona con tanto desconocimiento sobre sí misma y tan poco autocontrol.
Fuente original área socios solo para socios-
Puedes añadir tu opinión más abajo en la sección de comentarios.