En los últimos meses estoy intentando salir más de casa (ya sabéis, sacar a pasear a la agorafobia y esas cosas), pero llevo un par de semanas muy chungas y tengo una lesión en la rodilla, con lo que estos días apenas salgo (no puedo estar mucho rato de pie, subir o bajar escaleras ni coger peso; un rollo). Eso significa, entre otras cosas, que tengo la nevera bastante vacía, así que ayer hice un pedido online a un supermercado que supuestamente hace entregas en el día. La entrega iba a ser (de nuevo, supuestamente) entre las nueve y las diez de la noche.
A las diez aún no tenía noticias del pedido (aunque ya me lo habían cobrado, claro está; en eso sí son muy eficientes) y, como es lógico, a esas horas la gente de atención al cliente ya estaría de camino a su casa (y los currantes del súper también, espero).
Esta mañana me han estado llamando por teléfono. No he cogido la llamada porque era pronto, me he despertado muy hecha polvo y necesitaba un par de horas para amanecer y rebajar la ansiedad lo suficiente como para funcionar un mínimo. Por descontado, la idea era llamarles yo cuando estuviera algo menos embotada.
Al rato de levantarme, mientras aún estaba desayunando (con medio valium de guarnición) y haciendo ejercicios de respiración y de relajación muscular, me ha llegado un correo impersonal, escueto y en el que me preguntaban si podían entregarme el pedido esta tarde. Mi cabreo y yo lo hemos leído un par de veces y nos hemos tomado un rato para pensar cómo queríamos responder.
He llegado a la conclusión de que el cuerpo me pedía ser educada, seria… y muy, muy clara. Les he explicado con toda amabilidad que, visto que no es la primera (ni la segunda) vez que hay «incidencias» con mis pedidos, lo mínimo sería haberme informado ayer de que no me iban a poder entregar la compra, haberme dado algún tipo de explicación de lo que había pasado y, puestos a ser legales, reembolsarme el coste del envío urgente. También les he pedido que, si no pueden hacer la entrega antes de las tres, cancelen el pedido y me devuelvan el dinero.
Pues bien, al cabo de un rato me ha llamado la jefa de división de la zona. Me ha dado una explicación (lanzando balones fuera, como cabía esperar, pero eso era inevitable), se ha disculpado y hemos acordado que me entregan el pedido antes de las tres. He estado monosilábica porque la alternativa era despotricar y montarle el pollo, pese a que seguramente ella no sea la responsable de la cagada.
En un momento de la conversación, ha dicho algo que me ha llevado a darle un poco de contexto: le he explicado (con toda la educación del mundo, aunque debía de emanar frustración y rabia) que yo no hago estos pedidos por gusto ni porque esté montada en el dólar. Le he dicho muy claramente que he hecho este pedido porque tengo agorafobia y una rodilla lesionada, con lo que ahora mismo no me es humanamente posible bajar al súper a hacer la compra yo misma. Le he puntualizado que, para mí, esto no es un inconveniente, sino una putada con todas las letras.
Reconozco que me he quedado más ancha que larga al explicarle todo eso.
La mujer ha recibido mi parrafada con muy buena disposición y mucha empatía. Me ha respondido que me entiende perfectamente y que de verdad siente que haya ocurrido esto; que es una faena y que va a hacer todo lo que esté en su mano para que me envíen el pedido lo antes posible y que no se vuelva a repetir este tipo de problema. También me ha dicho que, si alguna vez hay cualquier otra incidencia con un pedido, le mande un correo a la dirección desde la que me ha escrito y así lo recibirá rápido y podrá hacer las gestiones pertinentes.
En fin, que ha sido bien maja. Y yo me he desahogado un poco.
Ahora sólo falta que me traigan la compra.
Se admiten apuestas sobre si me llegará antes de las tres.
PD: Les ha costado, pero sobre las tres menos cuarto me ha llegado el pedido. Vivan las neveras/despensas habitadas! \o/
Comentarios
A mí me ha pasado con algunos pedidos online, que te tienen todo el día pendiente del dichoso pedido sin moverte de casa y luego no te lo envían en ese día, te ponen mil disculpas pero no te compensan, como si tú tiempo no valiera nada. Sí, es mejor no cabrearse porque, al final, sufres tú mucho más que ellos y no tiene solución, lo mejor es tomarlo como lo has hecho. Mi apuesta a favor de que el pedido llega antes de las tres 😉
Yo en mi linea, iba a apostar que el pedido te llegaría para Navidad, caducado, pero con una postal de Papá Noel, el nuevo folleto publicitario y un pito de regalo, pero veo que ya estoy fuera de apuestas… Los pedidos online son una mierda, no por el pedido en sí, eso fetén, sino por el reparto. Yo estoy esperando uno ahora y ya va para dos semanas… No te zampes todo lo de la nevera, ahora, por el ansia…
Seguro que sí, podían haber tenido el detalle de no cobrarte u ofrecerte otro pedido gratuito en tu próxima compra.
De todas formas, qué bien lo has gestionado!
Me alegro de que ya tengas existencias 😉 y que hayas conseguido expresarte, inclusive la parte emocional. Cuando uno está jodido, que te ayuden vale un mundo, y que cumplan con lo establecido y nos ahorren conflictos y frustraciones vale un universo. Ánimo compi. Estoy al otro lado del telef. Un abrazo!
- Ya ves, y si no van a cumplir lo suyo, que al menos avisen! La incertidumbre en situaciones supuestamente planificadas me bloquea de una forma especial. 🙈
- Muchas gracias por tus palabras. Los ánimos y el apoyo sí que valen un universo. 🤍 Otro abrazo para ti!
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