
* Sí, es cierto que por nuestros comportamientos podemos cansar a nuestras parejas, amigos e incluso familiares… y alejarlos. Se pueden agobiar o deprimir y se entiende. Pero, ¿no es cierto que nosotros (o al menos yo), cuando vemos a alguien mal lo comprendemos e intentamos levantarlo aunque nos sintamos mal? (no todo el rato, pero siempre que puedo lo hago). Con esto me refiero a que todos tenemos nuestras virtudes y defectos. Y depende de si encontramos a alguien que nuestras virtudes y defectos le compensen más que le perjudiquen, estaremos con esa persona o buscaremos a otra (y esa persona hará lo mismo en su caso). Pienso a veces que… la vida no podemos controlarla totalmente y algunas veces nos debemos dejar arrastrar por la corriente del destino y ver que nos depara… para suerte o desgracia, simplemente aceptar lo que llegue y adaptarse.
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- Muchas gracias. A mí me cansa la victimización, inacción y manipulación desde la enfermedad. Nunca me había planteado que, con lo que lucho y me esfuerzo, el de al lado pudiera cansarse. Esperaba (por lo tanto hay exigencia) empatía. Pero claro, es lo que tú dices. No reconocerlo es invalidar sus emociones. Y tb desde mi punto de vista: al extraño ayudar sí, pero desde el autocuidado. En el cercano estoy dispuesta a una parte de sacrificio. De nuevo muchísimas gracias por tu punto de vista 😊. Me enriquece mucho.
- A mí me cuesta menos tener empatía con un desconocido q está pasando por un momento difícil q a alguien de mi entorno más cercano q muestra ese trastorno de una forma más o menos continuada. A mi también me lo aplican , ó así lo percibo. Todos tenemos muchas aristas, tenemos q valorar nuestro esfuerzo y el los demás….pareja, familia, amigos.
* Mira si tu pareja no te comprende y te hace daño, quizá estás mejor sola. Eso me ha pasado a mí. Si tú tienes lo tuyo y encima hay otra persona contra ti y no puede con ello de acuerdo pero vivir con alguien que no quiere comprenderlo porque no es algo que le pase es egoísta y no conviene. Y lo último: si no puedes contar con tu pareja para explicar tus miedos ,no te escucha o si se enfada y te atormenta tampoco es para ti .No intentes encajar un zapato que apreta o te pongas tanto Betadine.
* En mi caso, de vez en cuando le recuerdo a mi pareja o a mis padres que no hago tal cosa porque luego lo paso mal y me vengo abajo, etc. Pero solo lo recuerdo cuando me lo echan en cara o insisten mucho en algo, el resto de las veces yo actuo como si fuera mi elección no hacer las cosas. Normalmente cada uno ve las cosas a su manera y aunque le digas a alguien mil veces como ves tu el mundo, a la gente se le olvida. Nadie te va a tratar de forma especial toda la vida y no es justo esperar eso de nadie. Me parece una buena idea lo que comenta tu psicólogo
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- Desde luego me ha brindado una herramienta y voy a ponerla en práctica para ver cómo resulta. Pero también s cierto que me surgen muchos juicios, hacia mí, mi pareja, etc. Me ha resonado lo de que lo recuerdas. Yo también lo hago. Muchas gracias por compartir tu vivencia.
* Pues es complicado pero yo creo que tú entorno tiene que entender y empatizar pero es igual de importante que tú con ellos también lo hagas, muchas veces somos desesperantes e inentendibles. En mi propia experiencia siempre expreso el motivo real de por qué no quiero o por qué no puedo hacer el plan. Al principio me pasaba mucho que mi entorno creaba unas expectativas hacia mi , tipo me regalaban una entrada para dentro de un mes por que pensaban que en un mes estaría mejor y pues yo estaba igual o peor, el plan se cancelaba, perdíamos dinero, me sentía mal blabla. Ahora hemos aprendido hacer planes sobre la marcha según me voy encontrando y nos ha ayudado mucho. También tengo mis protocolos de «huida» para no condicionar al resto del grupo. Cuando hay un plan grupal espero a que salga y luego yo decido si voy o no voy para no sentirme culpable. Conductas de autodefensa que he ido creando.
* Soy de la opinión contraria, mostrarse vulnerable no te «fragiliza», te humaniza. Mentir mentimos todos, a veces simplemente porque ahorra tiempo y explicaciones, pero decir que uno tiene miedo, creo que a las personas que a uno le quieren les hace comprender… Lo de cansarse yo diría que es un mal de nuestro tiempo, la gente hoy se cansa de todo y punto. Se cansa de ropa, se cansa de coche, se cansa de ir a los mismos sitios, se cansa del trabajo, se cansa de amigos, se cansa de pareja… se cansa de si misma… Verás hoy poca gente leal, sólida, arraigada a algo. No digo que no queden personas así, pero escasean.
* Llevo todo el día meditando sobre esto y aún no sé muy bien qué opino o qué quiero expresar al respecto, así que escribo y que salga lo que salga. Como experiencia, diré que la relación más seria que he tenido hasta ahora se fue al traste, en gran medida, porque yo estaba deprimida. A toro pasado, veo muy claro que, por un lado, yo me esforzaba muchísimo por no molestar, no ser una carga y no ser un muermo (y qué difícil era, leñe!); por otro lado, ahora también veo que en realidad no estaba intentando salir del hoyo. No del todo, vaya. Por supuesto que quería estar mejor, pero al final me acomodé por lo a gusto que estaba con mi chico de entonces y los di por sentado a él, a la relación y a la vida que llevábamos. A él eso le acabó agobiando, pese a que es una de las personas más pacientes, empáticas y comprensivas que conozco.
No sé, supongo que es una cuestión de perspectiva, pero siempre que se habla de gente tóxica me pregunto qué le pasará a esa gente para estar así. A nadie le gusta ser el pesimista o el aguafiestas o el que siempre pone pegas a los planes, pero a veces los ansiosos somos eso mismo: somos esa persona a la que le da miedo todo o que no quiere ni salir de la cama. Incluso cuando nos esforzamos un huevo por hacer vida normal, a veces estamos tan metidos en lo que nos ocurre por dentro que lo sacamos al exterior a todas horas.
A veces también nos topamos con gente que tiene poca paciencia o que tiene la mecha corta, ojo. O con gente que va escasita de empatía. Hay de todo en el mundo.
En fin, a lo que voy es a que si en ocasiones ya es complicado lidiar con uno mismo, lidiar además con lo que salpica de alguien cercano debe de ser bastante duro. Si nosotros mismos ya nos frustramos por lo «fácil» que sería no agobiarse o cambiar el chip, alguien que lo ve desde fuera tiene todas las papeletas de acabar tirándose de los pelos (sobre todo si es alguien cercano y hay cariño y aprecio por medio). No está de más que lo tengamos presente, igual que queremos que los demás tengan presentes nuestras dificultades.
Divagues aparte, y a pesar de que yo hablo mucho sobre la ansiedad y estas cosas, creo que sí es buena idea medir cuándo sacamos el tema. Es decir, que es perfectamente válido decir «no, gracias» u «hoy no me apetece ese plan» a secas, sin más justificación. También es perfectamente válido que a una pareja (o colega o pariente) le agobie nuestro estado o nuestra actitud. También es perfectamente válido que queramos hablar de lo que nos ocurre y que queramos que alguien nos escuche y nos acepte tal cual.
Sospecho que el truco está, como en casi cualquier aspecto de las relaciones, en encontrar el terreno común en el que uno puede hablar libremente de sus cosas y el otro no sufre en exceso por ello. Yo aún no sé dónde estará ese terreno y supongo que será distinto en cada caso, así que espero que tu pareja y tú lo encontréis.
* Hay muchas cosas que odiamos en otros… y que sin darnos cuenta las tenemos nosotros… 🤷🏻 así son las cosas
* A mi no me sirve decir no me apetece, porque ya saben que es un sinónimo de decir no quiero. Respecto a lo que aguantan de nosotros, nosotros también aguantamos sus cosas porque nadie es perfecto, solo que no creemos tener derecho a verlo. Además si están con nosotros algo debieron ver de bueno en nosotros.
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